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Estudio demuestra que los perros sienten el dolor humano

Muchas veces se ha afirmado que sentir empatía por otros es lo que define al hombre. No cabe duda de que este refrán excluye a todas las demás especies.

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Sin embargo, tras realizar varias pruebas, otra realidad se ha confirmado: los perros sienten el dolor humano. 

Goldsmiths, University of London es la sede donde se realizó tal investigación.

La experticia de mentes brillantes en el área de neurociencias y cognición han hecho esto posible mediante una serie de pruebas y observaciones rigurosas.

Debido a esto, la empatía ya no es considerada una cualidad exclusiva del hombre, cambiando su relación con respecto a los perros.

La empatía y cómo los perros sienten el dolor humano

Previamente, la empatía había sido catalogada como una cualidad humana.

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La empatía, en este caso, es aquel proceso que permite a una persona identificarse con los procesos emocionales de otros.

En otras palabras, permite a los individuos entender cómo se siente otra persona.

La teoría que postula que los perros sienten el dolor humano nunca ha tenido cabida en este concepto.

Existen incontables libros y estudios que han definido la forma de pensar de los individuos, en conjunto con los animales. Algunos de los más conocidos son:

  • ”Conductismo”, por John. B. Watson.
  • “El comportamiento de los organismos”, por B. F. Skinner.
  • Los experimentos realizados por Iván Pávlov.

Estos estudios han postulado que, mediante comportamientos aprendidos durante siglos de evolución, las especies aprenden instintos que les ayudan a sobrevivir.

Estos estudios niegan que los perros sienten el dolor humano, siendo animales que operan por instinto. Sin embargo, el siguiente experimento demuestra lo contrario.

El experimento que demuestra que los perros sienten el dolor humano

La psicóloga Deborah Custanceha dedicado gran parte de su carrera al análisis y desarrollo de las relaciones entre humanos y caninos.

Mediante el uso de elementos que ayudan a medir la empatía de forma objetiva, ha logrado demostrar que los perros sienten el dolor humano al estar en presencia de él.

La forma correcta de probar una hipótesis es creando una situación que genere resultados objetivos.

Una vez que este grupo de control ha sido observado, se procede a realizar la misma prueba con el verdadero objetivo.

Esto a modo de verificar si estos resultados objetivos vuelven a ocurrir.

1. El grupo de control

En este caso, el grupo de control fueron niños humanos.

Debido a que se entiende que un humano experimenta sensaciones de empatía desde temprana edad, son perfectos para el experimento.

Al ser puestos bajo el cuidado de extraños, estos respondían de manera amigable.

Sin embargo, cuando sus cuidadores fingían sensaciones de tristeza, los niños mostraron preocupación genuina.

Estos intentaron acercarse en la medida de lo posible a los adultos para consolarlos. 

2. Los perros en conjunto con sus dueños

Los perros seleccionados como objeto del experimento fueron observados en conjunto con sus dueños.

Estos, en principio, demostraron tener el mismo comportamiento que el grupo de control

Los dueños de los perros, como parte del experimento, fueron instruidos para que llevasen conversaciones normales entre ellos durante un período de tiempo.

Sin embargo, ocasionalmente, debían fingir que estaban preocupados o sollozando.

Los perros, al ver esto, generaron comportamientos idénticos al grupo anterior, los cuales son catalogados como una respuesta empática.

No obstante, para poder demostrar que los perros sienten el dolor humano de manera efectiva, se debe evaluar el comportamiento de estos con otro grupo.

En este caso, en la presencia de extraños.

3. Los perros en conjunto con extraños

Evidentemente, los estudios realizados en épocas anteriores podrían mantener su validez.

Si sólo se toma en cuenta el grupo anterior, la teoría que niega que los perros sienten el dolor humano seguiría vigente. 

Esto se debe a que las teorías anteriores postulan que los animales se guían por instinto. Un perro, explican los autores, no capta el dolor.

Los caninos muestran interés con las personas cercanas a ellos porque ellas los benefician.

Debido a que los dueños tienden a proveer refugio y comida para sus mascotas, es una teoría válida.

Sin embargo, los resultados del tercer grupo cambiaron todo: los perros mostraron respuestas empáticas en la presencia de extraños.

Cuando estos fingían estar tristes, los perros demostraron señales de preocupación y empatía.

En conclusión: los perros sienten el dolor humano

Si bien pueden surgir nuevas posiciones académicas que disputen esta posición, la realidad científica actual demuestra que la familia canina puede mostrar respuestas empáticas en presencia del dolor humano.

Este descubrimiento es fundamental en la historia de la psicología, pues no sólo reta a perspectivas anteriores.

Lo vital, en realidad, es cómo genera una nueva perspectiva entre lo que es considerado como “humano” exclusivamente y aquello que no lo es. 

Al saber que los perros sienten el dolor humano, se deberá replantear entonces la relación que se tiene con ellos.

Y, por supuesto, tomar en cuenta este factor en el cuidado que le damos al mejor amigo del hombre.

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